Joyería Monreal acaba de presentar la “Colección Dilmun” en Bahréin. Una colección de joyas únicas que se venderán en exclusiva en su Museo Nacional del país árabe y que recrea diversos motivos arqueológicos de la civilización Dilmun que se asentó hace más de 4.000 años en lo que hoy es la isla árabe.
Monreal, que desde hace mas de una década ha tenido una especial dedicación al mundo de la cultura con la creación de diseños de piezas de joyería inspirados en motivos arqueológicos, ha sido elegida para realizar alrededor de 5.000 piezas de diseño único: pulseras, pendientes, colgantes, anillos o brazaletes, sin olvidar gemelos para hombres, la joya masculina por excelencia en el mundo árabe, donde se reflejan con exactitud una decena de sellos seleccionados entre una multitud encontrados en las excavaciones arqueológicas de la civilización Dilmun.
La colección fue presentada por Pilar Monreal, directora de la joyería, el pasado 15 de diciembre en el acto oficial del 25 aniversario de la creación del Museo Nacional de Bahrein al que acudió la Casa Real, Ministros de Cultura de los países limítrofes así como directores de museos arqueológicos de distintos países.
“Esta nueva colección es un auténtico reto para nuestra joyería, no sólo porque se trata de reproducir el legado de una civilización de hace más de 4.000 años sino que para nosotros supone una apertura a un mercado internacional completamente nuevo. Así mismo ésta expansión es el fruto a los esfuerzos que hemos realizado durante todos estos años”, comentó Pilar Monreal, Directora de la Joyería Monreal.
Las joyas han sido diseñadas por el equipo de Monreal y fabricadas en España en plata dorada y plata envejecida. Entre los motivos y escenas reproducidas en los sellos Dilmun se destacan figuras de hombres en barca surcando el mar (Bahrein es un archipiélago compuesto por una treintena de islas), o imágenes de animales.
La civilización Dilmun era una de las más antiguas y ricas del Golfo Pérsico. También fue el nombre dado a los antiguos enclaves comerciales situados en las islas de lo que hoy es el reino de Bahrein. Debido a su situación estratégica en las rutas comerciales marítimas que unían Mesopotamia y el Valle del Indo, dicha región se desarrolló como un importante enclave comercial a gran escala, una especie de Hong Kong del mundo antiguo. Atraía a sus puertos y ciudades las mercancías procedentes del comercio marítimo entre África Oriental, el sur de Arabia y la India. Así lo corroboran las evidencias literarias y arqueológicas que han sido halladas en excavaciones arqueológicas (que están consideradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad). Impresiones realizadas por sellos de barro que fueron usadas para sellar paquetes de mercancía – los ya famosos sellos Dilmun.